MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

miércoles, 28 de marzo de 2012

CHAU TANO QUERIDO...



Me levanto como todos los días, temprano, 7 de la mañana, para llevar al colegio a mis hijos, desayuno mirando los noticieros televisivos que antes escuchaba por radio, adaptado a las nuevas costumbres y en la búsqueda del control remoto, haciendo ‘zapping’ para quedarme en algún canal fijo, veo en la pantalla de Crónica TV el zócalo de la famosa franja roja de su pantalla, pintada de negro: MURIO GIAN FRANCO PAGLIARO. Mi primer impulso fue decir en voz alta “Nooooooooo” y después quedarme escuchando inmóvil, shockeado, el desarrollo de la información. Que falleció anoche a los 70 años, que estaba cenando con amigos, que le dio un paro cardíaco, que la familia decidió no hacer velatorio, que lo despiden a las 16 horas en el Panteón de Sadaic en el Cementerio de Chacarita, que era un cantante y compositor italiano, napolitano, que estaba en Argentina desde hace muchas décadas, que bla bla bla…

Lo conozco al “Tano” Pagliaro desde muy pequeño, tendría yo 10, 11, años cuando lo vi por primera vez, era amigo de mi viejo, amigo de Leonardo Favio, que es como mi viejo, amigo de otros amigos, amigo de amigos de otros amigos, era un tipo amistoso, amigable, afable, abierto…
La vida me dio la posibilidad de abrazar mi profesión con pasión y también me brindó la oportunidad de compartir muchos momentos inolvidables con artistas que cuando era pibe, los veía grandilocuentes, importantes, representativos, como lo que eran y después, cuando fui creciendo, los traté como pares, como colegas, como amigos.
Gian Franco era un tipo muy cálido, muy divertido, ingenioso, sarcástico, talentoso, especial. Cuando lo encontraba, siempre era una alegría porque su humor abarcaba ese encuentro y su afecto estaba a flor de piel.
Rápidamente, me viene el recuerdo de mi adolescencia, cuando a los 15 años era musicalizador de los programas de Pedro Aníbal Mansilla y Juan Carlos Beltrán en Radio Excelsior y él lanzaba su disco “El tiempo pasa” y yo lo programaba todas las noches, no solo con el tema de difusión (“Un ramito de violetas”) sino con todas las canciones que el Long Play incluía, porque me lo había regalado especialmente diciéndome que era el primer ejemplar que le enviaban de la compañía discográfica EMI, recién salido de fabricación. Para mí era todo un orgullo, más allá de que haya sido verdad o mentira el primero, el segundo o el número cincuenta. Tengo muchísimas anécdotas que podría compartir vividas con el querido Tano, entre las que puedo mencionar profesionalmente hablando, aquella grabación que hicimos en 1985 junto a otros artistas que se llamó “Argentina es nuestro hogar”, programas de televisión donde nos tocó compartir espacios, festivales, eventos, en fin… pero no tengo ánimo para escribirlas, solo quiero dejar testimonio de mi pesar por su partida física, de mi tristeza inevitable por saber que nunca más nos cruzaremos en algún canal, alguna radio, alguna fiesta, alguna calle de Buenos Aires y volver a reírme con sus ocurrencias, sus anécdotas y sentir su sincero cariño como cada vez que lo veía, me demostraba.
Chau Tano querido… Te vamos a extrañar… QEPD.
GIAN FRANCO PAGLIARO X GIAN FRANCO PAGLIARO

Nací un 26 de julio en Nápoles, Italia, cerca del mar y lejos de Argentina.
Soy del signo de Leo, lo digo porque hay gente que piensa que mi signo o cualquier otro signo es muy importante para una biografía, tanto que, a veces, es más importante que la biografía misma. Debe ser cierto. He leído biografías insignificantes escritas por gente importante y biografías importantes escritas por gente insignificante, en ambos casos, lo único que me quedaba en claro era el signo del zodíaco del protagonista.
Comencé a cantar en el baño de mi casa. Todos los cantantes se iniciaron en algún baño de alguna casa, por si no lo saben. Mi papá quería que yo fuese arquitecto, menos mal que no le di bola, si no, a estas horas, estaría manejando un taxi. Me animé a cantar en público por la insistencia de algunos amigos que no creían en el fondo en mí, por el apoyo de una novia que sí creía en mí - la recompensé casándome con ella para siempre - y por mi mamá, que sigue cantando bien y piensa que, por ser su hijo, heredé sus dotes vocales. No siempre heredamos lo mejor de nuestros padres.
Una vez fui a vocalizar y el maestro de canto me dijo que mi voz era grave, ronca, sucia y rota y que de ninguna manera iba a poder cantar en el Teatro Colón, uno de los teatros líricos más prestigiados del mundo donde un equipo de voces desafinadas goleó una de las acústicas peor defendidas del universo musical. Tenía razón, nunca canté en el Colón. Canté en cambio tan sólo por toda América, menos Brasil, que hablan portugués, y EE.UU., que hablan yanqui. Esos dos países se los dejé a Sinatra, que es itálico como yo, y a Julio Iglesias, un español padre de Enrique Iglesias, un gallego que canta en inglés.
La primera vez que di una prueba para grabar un disco, el director artístico, que tenía más vueltas que una oreja, me tuvo frente a un micrófono cantando como un boludo un par de meses. “Tenés una voz rara - me diagnosticó como quien descubre una enfermedad nueva - una voz dudosa, con un color extraño, una tesitura modesta, con buena presencia y un fraseo desordenado, puede ser y no puede ser, puede pegar y puede no joder a nadie, la veo y no la veo”, y no la vio. Otros la vieron y desde entonces llevo grabado 34 discos con más de 40ediciones, con más de 200 canciones mías, unas cuantas ajenas y algunos millones de placas vendidas en todo el mundo de habla hispana.
Después de haber grabado varios singles en italiano,(estuve primero en el ranking con “Ciao amore Ciao” en el 67), en 1968 grabo en castellano dos canciones,“Otra vez en el mismo bar” y “Este amor”, que me colocan definitivamente en el mercado de la música latinoamericana. En 1970 gano por unanimidad el IV Festival Buenos Aires de la Canción, con “Las cosas que me alejan de ti”, un tema contestatario y romántico a la vez, que cuestionaba la realidad argentina. Al año siguiente participé con una canción épica, de denuncia, premonitoria, con un fuerte contenido social: “Yo te nombro”. Fue la favorita del público. El jurado la bochó. La gente silbó al jurado, el jurado se ofendió, se armó un escándalo sin precedente y vía satélite, la Sociedad Argentina de Locutores amenazó con querellarme por difamación, el Festival dejó de hacerse y yo posicioné mi nombre en las listas negras que se confeccionaban en las radios, en los canales de televisión y en las redacciones de los diarios. Eran tiempos de militares y afines.
En 1974 me convierto en un boom autoral con dos temas:”Amigos míos me enamoré” y “Vendrás con el mar, las uvas y el sol” que ya había sido un éxito en 1969. Ese mismo año, 1974, grabo para RCA Víctor, un disco ideológicamente “pesado” y a la vez irreverente, con temas como La balada del boludo, Confesiones de un cantante de protesta, Hasta siempre, Canción para Chile, Yo te nombro, Soldadito boliviano, Guillermina o el infantilismo de la izquierda y otros. Pero ya estaban actuando en la Argentina las Tres A, Alianza Argentina Anticomunista, sembrando miedo y pánico en la sociedad y la compañía destruyó las grabaciones. Eran tiempos de autocensura y sálvese quien pueda.
- Todos los barcos todos los pájaros - Yo vengo de todas partes - No te vayas, entonces - Un ramito de violetas - El extranjero - Si me olvidas te olvido - Cuidado con el loco – Guajira de la amistad –- A mi manera – Ámame ahora -– El italiano –Este amor desordenado - Ho capito che ti amo – Amante mía – Rosa – El último romántico – son, junto a los demás temas, los éxitos oportunos que me han permitido sobrevivir contradiciendo las leyes de mercado.
Tengo varios hobbies, colecciono, por ejemplo, material descartable de estos últimos lustros: afectos, recuerdos, quimeras, emociones, palabras en desuso, canciones olvidadas, algunos gestos gentiles, preguntas pasadas de moda, entrevistas a gente que fue famosa y que nadie recuerda que fue famosa para que no me olvide que la fama es puro cuento; también tengo la manía de abrir la jaula de los canarios que no son míos, cortar alambrados que no son míos, robar las flores del vecino que no son mías, las manzanas de la frutería del barrio que tampoco son mías, escribir en los muros que nunca fueron míos lo que se me ocurre y, de vez en cuando, cuando me animo, tengo la peculiar costumbre de tocar el culo a quienes me han tocado el culo tantísimas veces. Y, además, me gusta leer.
Soy una maquina de leer. Devoro los chismes de las revistas faranduleras, los avisos clasificados, los horóscopos de la semana para saber lo que no debo hacer, el boletín meteorológico para que la lluvia no me tome desprevenido y sin paraguas, la pagina policial para informarme quien cayó preso por robar una gallina y quien salió a los cinco minutos por estafar unos cuantos millones al estado y a la gente, la sección de deportes para enterarme a quien mataron en la cancha, pero por sobre todas las cosas, leo poesía. No es un chiste. Leo poesía de la “grossa”. Hasta musicalicé a algunos poetas como Bécquer, Martí, Darío, Neruda. Los poetas son los más grandes que hay, como el dulce de leche, Gardel, el rock argentino, el tango japonés, Cambalache, la vieja y Pappo el gran rokero, que no era poeta pero quería a la vieja y fue guitarrista mío a los 17 años.. Si yo escribiera como los poetas que me gustan, no haría una sola canción, como no escribo como ellos, hago canciones. Algunas son buenas, otras no tanto, algunas son famosas e hicieron famosos a varios artistas, - Jairo (Argentina), Héctor Cabrera (Venezuela), Isabel Aldunate (Chile), Sanampay (México) - otras es mejor olvidarlas, y otras, las menos conocidas, los lados B de los discos, las que no se difunden, son, como era de suponer, las que más me gustan.
Filmé una película dirigida por Leonardo Favio, “Soñar, soñar”, junto a Carlos Monzón, que se estrenó en el 76, el año en que se fue a pique Isabel Perón y con ella Favio, yo, Monzón, la película, la libertad, la esperanza y la vida de mucha gente, menos la gente linda de la revista Gente.
En fin, son cosas de la vida o las cosas del poder que no siempre es querer. “Todo pasa y todo queda”, decía el poeta. Si queda lo que tiene que pasar no me gusta el verso. Este mal olor globalizado, si se queda, hace el aire irrespirable. Sí lo sé, son versos, frases. Son lindas las frases y oportunas en ciertas ocasiones. Mi frase preferida es esa que “nadie puede zambullirse dos veces en el mismo río”, de un viejo filosofo griego amigo de los pobres, Onássis.
Últimamente me preocupa el hecho de que nadie me haya propuesto, en todos estos años, una intendencia, una pequeña secretaría de cultura de una pequeña aldea, ni una ignorante secretaria de grandes proporciones. Es una lastima, podría haber dado lo mejor de mí o lo peor. Para aquellos que no lo saben o lo han olvidado, les diré que fui el campeón olímpico de la canción de protesta del 70 al 74, cuando no entregaban medallas ni pergaminos y nadie anotaba ni registraba nada por las dudas. Cuando las Secretarías de cultura, lejos de contratarte, te censuraban o te perseguían. Quedaron algunas pruebas sin embargo: canciones, culpas, vergüenza y desaparecidos.
En realidad nunca fui una maravilla, ni la mujer maravilla, ni la séptima maravilla, ni la octava, porque la octava maravilla es esa pantallita en donde uno aparece y luego existe: la Televisión.

martes, 27 de marzo de 2012

¡ARRIBA EL TELÓN!


Hoy se celebra el día del Teatro, “Día Internacional del Teatro”, designado por la UNESCO en forma conjunta con el ITI (Internacional Theatre Institute) sin ningún motivo en especial, más que el de estipular su elección en este día desde su 9º Congreso Mundial en 1961 para conformar cada 27 de Marzo el reconocimiento mundial al Teatro. Este arte que los griegos tomaron de la mano de Talía y Melpóneme, musas de la comedia y la tragedia, que llevaban consigo dos máscaras (una sonriente y otra triste), las cuales fueron adquiriendo protagonismo con el correr del tiempo y hoy son los íconos emblemáticos con los que se identifica al Teatro.
Haciendo un rápido repaso de sus orígenes, el Teatro sentó bases en Grecia, como mencioné anteriormente, durante el siglo V Antes de Cristo, sirviendo como modelo tradicional de la tragedia y la comedia en occidente. Al comienzo, las obras se representaban con un actor y un coro hasta que autores como Sófocles y Esquilo, empezaron a hacer Teatro con más actores, motivo que llevó a construir los grandes Teatros de piedra sobre las faldas de las colinas. Desde esa época, se utilizaban una especie de camarines llamados “skené”, en donde los actores se vestían y cambiaban de trajes y además se empleaban máscaras y disfraces como efectos básicos de las puestas.
Los géneros clásicos que desarrollaron ampliamente los griegos son la tragedia, con temas relacionados a sus héroes y Dioses, que cargaban un gran contenido emocional y la comedia, que ya en ese entonces ridiculizaba a los políticos y personajes famosos.
Más allá de mi profesión y carrera musical, yo empecé como actor, originalmente; primero como estudiante de actuación junto a Idelma Nudel, quien después fue la directora de la primera obra donde actué: “Nosotros, los adolescentes”, en el Teatro de La Manzana de las Luces de Buenos Aires. Posteriormente, esa rica experiencia me permitió ingresar a la Escuela del Maestro Agustín Alezzo, de quien tengo el mejor de los recuerdos en esos años de aprendizaje. Un poco más tarde, incursioné en televisión, debutando como el jovencísimo profesor de música de “Señorita Maestra” protagonizado por Cristina Lemercier como la recordada “Jacinta Pichimahuida”, teleteatro de Abel Santa Cruz dirigido por Martha Reguera.
Esta especial circunstancia en mi vida y el hecho de que una gran mayoría de mis amigos más íntimos y queridos son actores, hacen que sienta al Teatro muy cercano y respetado. Me gusta ir al Teatro, me encanta ser espectador, me entusiasma vivir esa magia que se crea entre los actores y el público en ese ámbito cálido y contenedor que sirve para presenciar una representación en vivo.
Mis amigos actores y casi el ciento por ciento de la raza actoral afirma que no hay mejor sensación para el actor que hacer Teatro, por lo que significa el contacto directo con la gente, por la adrenalina que genera cada función y por el ritual mismo del Teatro. Doy fe de esa creencia, porque en mi profesión de cantante, también vivimos algo parecido cada vez que subimos al escenario en los Teatros donde nos presentamos.
Feliz día entonces para el Teatro universal, fundamentalmente por su valor cultural, que tanta falta nos hace en estos nuevos y vapuleados tiempos que corren.
¡Arriba el telón!

sábado, 24 de marzo de 2012

FELICIDADES DEMOCRACIA

Hoy, 24 de marzo, se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Memoria y la Justicia, que desde el año 2006 se constituyó como feriado nacional a través de la Ley 26.085, que nos hace recordar fundamentalmente, que no hay mejor sistema para vivir que la Democracia. En 1976, un golpe de Estado cívico-militar derrocó al gobierno constitucional de esa época e instauró una dictadura que duró hasta 1983 que se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” y que generó una etapa nefasta del país, donde murieron miles de personas. Esos siete sombríos años, deben servirnos a los ciudadanos para mantener vigente la idea de no repetir NUNCA MÁS ese “Proceso” e inculcarles a nuestros hijos la creencia de saber que la Democracia es la mejor alternativa para vivir en un país que pretenda tener libertad en el amplio y total sentido de la palabra.

La Democracia tiene distintas variantes: la directa, que es una forma de Democracia en la que los ciudadanos pueden participar directamente en el proceso de toma de decisiones políticas, la Democracia indirecta o representativa, cuando las decisiones son adoptadas por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes y la Democracia participativa donde algunos sistemas propuestos dan a la gente poderes legislativos y ejecutivos, aunque la mayoría de los sistemas existentes permiten la participación sólo en el proceso legislativo.

La Democracia directa en su forma tradicional es el gobierno del pueblo mediante referéndum. La ciudadanía tiene derecho a aprobar o vetar leyes, así como a retirar el apoyo a un representante (si es que el sistema tiene representantes) en cualquier momento.

La Democracia directa, en un sentido moderno, consta de tres pilares concretos: la iniciativa popular, el referéndum y la revocación de cargos electos. Suiza es el mejor ejemplo de sistema político moderno basado en la democracia directa, ya que posee los dos primeros pilares tanto a nivel local como federal y en los últimos 120 años más de 240 iniciativas han sido votadas en referéndum.

La Democracia representativa es aquella donde el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres. Estas autoridades en teoría deben actuar en representación de los intereses de la ciudadanía que los elige para representarlos.

En este sistema el poder legislativo, encargado de hacer o cambiar las leyes, lo ejerce una o varias asambleas o cámaras de representantes, los cuales reciben distintos nombres dependiendo de la tradición de cada país y de la cámara en que desarrollen su trabajo, ya sea el de parlamentarios, diputados, senadores o congresistas. Los representantes normalmente están organizados en partidos políticos, y son elegidos por la ciudadanía de forma directa mediante listas abiertas o bien mediante listas cerradas preparadas por las direcciones de cada partido, en lo que se conoce como elecciones legislativas. No hay contradicciones entre la Democracia directa y la Democracia representativa, pero una Democracia representativa sería mejorable si se aplicaran los principios de la Democracia directa con la iniciativa popular, el referéndum, y la revocación de mandatos.

La Democracia nos da la posibilidad de pensar y opinar con libertad, ser justamente libres para poder proyectar, obrar, construir, consensuar, debatir, participar, realizar, idealizar, equivocarse, enojarse, amigarse, siempre en un marco de respeto y cordialidad. El vocablo Democracia deriva del griego, Demos = Pueblo y Kratos = Poder, Gobierno o Autoridad, en definitiva el significado es gobierno o autoridad del pueblo. De allí que se defina a la Democracia como "la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y también al mejoramiento de la condición del pueblo”. Sin embargo, en la actualidad, el concepto de Democracia no se limita al de una forma determinada de gobierno, sino también a un conjunto de reglas de conducta para la convivencia social y política.

La Democracia como estilo de vida, es un modo de vivir basado en el respeto a la dignidad humana, la libertad y los derechos de todos y cada uno de los miembros de la comunidad.

En nuestro querido país, Argentina, que es una República, se ejerce el gobierno de la ley y al tener un sistema democrático, se implementa el gobierno de la mayoría, donde la participación del pueblo en ese rol gubernativo, a través del sufragio, produce el control sobre lo actuado por el Estado.

Los que somos padres, siempre tenemos el deseo de que los hijos hereden las cualidades propias, y en ese afán, muchas veces, nos olvidamos de inculcarles lo importante y fundamental que es heredar de uno, también, el respeto por los derechos humanos, por las ideas, aunque no coincidan con las nuestras, por la libertad de expresión y por todo lo que encierra vivir en un país con Democracia.

Un día como hoy, sirve justamente, para reafirmar en las nuevas generaciones la significación y el enorme valor que tiene vivir en un país democrático, por más opiniones disímiles que existan entre ideologías partidarias.

Felicidades a los 40 millones de argentinos por estos 29 años de DEMOCRACIA

jueves, 15 de marzo de 2012

SÍ, SÍ... SOY YO


He decidido raparme la cabeza y formar parte del Club que integran Bruce Willis, Telly Savalas (Kojak), Homero Simpson, Mr. Magoo, Zinedine Zidane, “la Brujita” Verón, Pep Guardiola y unos cuantos más. No es la primera vez que me rapo, es la cuarta oportunidad que lo hago en mi vida, pero nunca estuve tan seguro y decidido como ahora. Las veces que me pelé en el pasado, siempre tuve ese resabio de duda al momento de apoyar la máquina para dar inicio a la primera pasada rasante que lo deja a uno como extraño punk irrisorio, pero esta vez, sin un pelo de tonto, afronto la decisión con hidalguía, honor y aprobación del público femenino (que en definitiva, es lo que importa).
Lo fundamental del caso es estar decidido y mantener la confianza, aunque al comienzo, el cambio brusco de imagen tarde en acomodarse a la vista propia frente al espejo y a la de los demás, en los sucesivos primeros encuentros con aquellos que me conocen con pelo. Las reacciones son diversas: sorpresa, asombro, aprobación, duda, disconformidad, desconocimiento… Me ha pasado de cruzarme con gente que conozco y no registrarme o ver que me miran tres o cuatro veces para darse cuenta que “soy yo”.
Por suerte, no tengo complejos, aunque me hubiese gustado tener algunos centímetros más de altura de mi metro setenta y dos, pero más allá de conformarme con lo que me tocó en suerte, intuyo que esta nueva etapa como pelado, será fructífera en cuanto a autoestima se refiere.
Los dejo con mi nueva imagen para que se vayan acostumbrando a verme así y de paso, me identifiquen como “EL PELADO NETTI”, además de llamarme afectuosamente “EL TANO ”. Arrivederci.