MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

martes, 26 de julio de 2011

¿CÓMO SE PUEDE SER TAN ALTO Y CAER TAN BAJO?


Es más fuerte que yo! No puedo con mi forma de ser! Soy consciente de que quizás (como muchos que me quieren bien me lo hacen notar) es contraproducente para la difusión de mi nuevo disco que se editó hace muy poco en Argentina y por suerte, continuará el mismo camino en muchos países de Latinoamérica, que diga lo que me parece, que sea franco con mi pensamiento, abierto y frontal, pero es más fuerte que yo... ¿Peco de honestidad brutal? No sé, no me lo planteo, nunca hago las cosas con segundas intenciones. Soy así, intento ser honrado conmigo mismo y por ende, con quien me escucha… en este caso, con quien me lee. Hablo del momento que vivimos a nivel artístico en los medios masivos, más precisamente en nuestra televisión, en la TV argentina. Y lo expreso en este blog que me sirve de rincón de la memoria, de mi memoria, porque va quedando registro de las cosas que voy sintiendo, que me van surgiendo, que me fluyen espontáneamente sin que sea más que un espacio propio de ideas, sensaciones y opiniones personales, que no tiene otra intención que compartir mi parecer de distintos temas y situaciones que vivimos.

Estoy realmente saturado (por no decir podrido, para evitar ser tan grosero y ubicarme en la misma línea ordinaria a la cual me voy a referir) del bajo nivel intelectual, el pobre margen artístico, el deplorable plano de confrontación, la triste imagen ofrecida de algunas figuras populares, el lamentable lugar que rellenan personas ajenas al arte en el tan ansiado y cotizado aire en televisión, la miserable postura de algunos periodistas, el penoso rol que ocupan muchos medios gráficos, radiales y televisivos que se hacen eco del vergonzoso ámbito generado por pocos y que repiten hasta el cansancio casi todos, el desolador panorama creativo que cada vez tiene menos lugar y la calamitosa aceptación de jefes, gerentes y directores artísticos sobre el pobre contenido ofrecido a lectores, oyentes y televidentes, que asimilan lo que les dan, como algo de lo que les quieren hacer creer, es lo que quieren.

¡Basta Tinelli! ¡Basta de generar un producto burdo, chabacano y de mal gusto! ¡Basta de poner cara de compungido y asombrado ante las atrocidades espetadas por integrantes de tu staff, que vos mismo elegís para incluir en tus ciclos! ¡Basta de aparentar ser un gran empresario, con nivel, high society, si lo único que generás son programas extremadamente pobres de alma y espíritu! ¡Basta de tu postura “cool”, cuando nunca dejarás de ser el muchacho de barrio que fuiste en tus comienzos y por el que deberías estar orgulloso y continuar haciéndole honor, aunque sea, por el solo hecho de haber logrado lo que lograste económicamente, ya que tan importante es para vos! ¡Basta de subestimar a la gente, haciendo creer que lo que vos hacés es lo que el público te pide y quiere ver! ¡Basta Tinelli!

Respeto el espacio que supiste ganarte en un medio tan competitivo y descarnado como la televisión, valoro tu vital permanencia en los primeros puestos del raiting durante tantos años, hecho por demás loable y rescatable, reverencio el gran carisma personal que supiste capitalizar en pos de tu conexión con el público, enaltezco tu habilidad e inteligencia para posicionarte altamente en el frío mundo comercial y económico, admiro tu capacidad para amoldarte a las épocas y percibir en forma natural lo que puede ser popular y masivo, pero reniego de tu pocos escrúpulos por alcanzar el éxito cueste lo que cueste, sin medir consecuencias, denigro el contenido agresivo, grosero, ordinario, de mal gusto de tus programas, aborrezco la bajeza con la que cobijás las miserias de aquellos que se prestan a tu juego por dinero, fama o triste trascendencia, disiento enojosamente con tu falsa postura de conductor ajeno al contenido producido al aire, desprecio el trato que has tenido para con muchos artistas, a lo largo de tus Videos y Shows Matchs, exponiéndolos al ridículo y mostrándolos caricaturescos, muchas veces con complicidad de ellos mismos, hay que reconocerlo; descargo indignación cuando recuerdo las burlas y / o “tomadas de pelo” a participantes anónimos que querían sus cinco minutos de fama, soy crítico de tu manejo indebido en infinidad de situaciones a lo largo de estos años de televisión ininterrumpida, con los niños que han sabido ser protagonistas de distintos momentos de tus ciclos y señalo en forma de reproche tu poca responsabilidad como posicionado comunicador social que sos, por generar espacios donde muchas veces reina el odio (o por lo menos eso parece al ver y escuchar algunos personajes que integran tus productos), el mal trato, la ignorancia y la chabacanería. Y lo digo en todo sentido, como espectador, como padre de familia, como ciudadano argentino, como hombre y como artista, sin importarme lo que tu figura y el supuesto poder que dominás dentro del medio, pueda afectarme, ya que desde que comenzamos nuestras respectivas carreras, nunca necesité de vos ni vos de mí.

Si hay algo de lo cual estoy orgulloso en mi vida, con los defectos y errores que todos tenemos, es que puedo mirar a la cara y a los ojos a cualquiera sin bajar la vista. Y eso, para mis principios, no tiene precio. Seguramente, mi opinión al respecto te debe importar poco o nada, como la de muchos que deben coincidir conmigo en cuanto a tu labor profesional, pero en realidad, a mí tampoco me importa la tuya, ya que intento alejarme de la gente que está distante de mis valores.

Quiero que se entienda que esto no es una carta abierta a Marcelo Tinelli, ni una exposición moralista, porque no lo soy, para nada, ni tampoco una crítica ensañada, ya que ni soy crítico ni conozco la saña, por suerte, sino que es el sentimiento totalmente genuino de alguien que se expresa como artista, ciudadano y espectador, como mencioné anteriormente. Y también como heterosexual que soy, ya que me encantan las mujeres en toda su expresión y agradezco entusiasmado cuando veo un bello cuerpo femenino, un lindo rostro estético y curvas que enaltecen bustos y caderas, pero no me gusta cuando se expone a la mujer en un contexto armado puramente como objeto. Repito, me encanta mirar turgentes pechos y pulposas nalgas (por no decir vulgarmente, lindas tetas y buenos culos), pero me choca un poco cuando se utiliza a la mujer como objeto sexual, únicamente, y eso es lo que hace Tinelli en reiteradas oportunidades con las hermosas mujeres que forman parte de sus shows; en realidad, si pensamos que lo ha hecho con su propia mujer, no tendría que llamarnos la atención, pero como también tiene hijas, lo encuentro aún más desubicado y despreciable. Podría seguir enunciando un montón de cosas más que me surgen al respecto mientras escribo, pero no quiero hacer de esto, una eterna lectura por parte de quienes están amablemente acompañándome.

La única y triste verdad es que estamos inmersos en un remolino mediático donde todo está mezclado, donde todo se confunde y nada se valora. Y lo que es peor, se muestran como ejemplos a seguir, por alcanzar lo deseado (trascendencia y fama), a chicas involucradas en hechos delictivos que al cabo de un tiempo, terminan bailando por el sueño generado en el programa de Tinelli.

En fin… arranqué con la idea de comentar ciertas actitudes, posturas, dichos, situaciones desagradables y puntuales que observo en la actualidad, de las cuales disiento y terminé refiriéndome a Marcelo Tinelli, que si en definitiva, lo analizo un poco más, está bien que así haya sucedido, porque después de todo, si durante 22 años generó y genera productos masivos con un alto grado de incultura, mal gusto y promiscuidad, es responsable en cierta medida de lo que actualmente presenciamos en los medios y no es facilismo ni encarnizamiento contra él, solo es realidad y crudeza, cosas que no pueden separarse al tiempo de ver lo que nos pasa como sociedad.

En definitiva, si te vanaglorias de ser el Rey de la Televisión, de tener los picos de audiencia más llamativos y permanecer al tope del “éxito” durante décadas, alguna responsabilidad te cabe, Marcelo Hugo y tenés que asumirla, aunque tus valores no sean los mismos que los de una gran parte del público que no te miramos. Chau, chau, chauuuuuuuuu!!!

martes, 19 de julio de 2011

FÚTBOL ARGENTINO, SALUD!


No soy periodista deportivo, no soy crítico, no soy “opinador” de profesión, no soy adorador de la palabra fácil ni demagoga, no soy nada de lo que son muchos de los que sí trabajan comentando fútbol, pero sí soy hincha, sí soy amante de fútbol, sí soy espectador, sí soy argentino y también tengo necesidad de volcar mi impresión sobre lo que pasó, pasa y pasará con la Selección Nacional de Fútbol. Lo hago desde mi pasión futbolera y desde mi lugar común de aficionado hincha, reitero, que comenta como uno más, como tantos millones de argentinos, sus sensaciones, sus pareceres y emociones en referencia al deporte más popular de nuestro país.

Es muy complejo comenzar por el principio de todo esto, pero intentando resumir este presente que vivimos con nuestro fútbol argentino, puedo arrancar diciendo que “hasta acá llegamos” con esta realidad. No voy a simplificar el problema mencionando a Julio Grondona, Presidente de AFA, como único culpable de esta desoladora situación, tampoco voy a demonizar al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, como eje central de lo que se está padeciendo y menos, voy a volcar los cargos contra algunos jugadores que son centro de ciertas polémicas actuales como Tévez, Pastore, Milito u otros más.

He escuchado durante esta Copa América 2011 y el año pasado, en el Mundial de Sudáfrica, horas y horas y horas de habladurías, chismes, “informaciones confidenciales”, “versiones fidedignas” y cuanto “run run” surgiera sobre los jugadores y las internas de nuestra selección. He presenciado, como todos los que somos seguidores del fútbol, polémicas, discusiones y posturas extremas de un lado y del otro, por parte de aquellos supuestos entendidos en la materia, periodistas, aprendices de periodistas, noteros, paracaidistas, aprovechadores, etc, etc, etc. He observado, a lo largo del camino, a seguidores, dirigentes, técnicos, ex futbolistas, empresarios y otra vez a periodistas, ubicarse a favor y en contra de los cuerpos técnicos que han pasado, la cúpula directiva de la Asociación del Fútbol Argentino, de ciertos ídolos, jugadores del pueblo y del sistema, etc, etc, etc. Y lo único que saco como conclusión es que desde hace 18 años, el fútbol argentino no gana nada importante, no logra los objetivos pretendidos, no alcanza la ansiada gloria deportiva que años anteriores ha sabido obtener. Esto, evidentemente, se debe a varios factores, no a uno solo, es un cúmulo de cosas, hechos y consecuencias de esos hechos que nos llevan a pasar de frustración en frustración, a pesar de contar con un grupo muy importante de jugadores que individualmente se destaca en el mundo entero y tienen los mejores conceptos por parte de los entendidos y público en general.

Los detractores de siempre y algunos mal intencionados que nunca faltan, apostaban que esta Cópa América, organizada por Argentina, estaba armada para que el seleccionado local la ganara de punta a punta y, por suerte, una vez más, el fútbol demuestra que por más elucubraciones y fantasías que existan sobre supuestos “arreglos” para que gane o pierda tal o cual equipo, las grandes estrellas que integran nuestro seleccionado, quedaron afuera del torneo en cuartos de final, por penales frente a Uruguay, que además jugó gran parte del partido con diez jugadores, entre los cuales se destacó el arquero Muslera, probando que a pesar de todo, el fútbol es noble, genuino y “no se mancha” (parafraseando al Gran Diego, al Diez, al creador extraordinario de frases trascendentales).

Si es necesario buscar culpables a esta prematura eliminación, a mi entender, seguramente no hay que encontrarlos entre los jugadores, aunque ellos sean los que patean la pelota y corren dentro de la cancha. En primer término, hay que darse cuenta que esta manera de comandar nuestro fútbol por parte de Julio Grondona, ya no tiene más chances de defenderse; en segundo lugar, dejando de lado carismas y voluntades populares, la capacidad técnica de Sergio “Checho” Batista y todo su grupo, quedaron expuestas en la débil autoridad moral y futbolística que demostró, más allá de las infinitas opiniones que puedan surgir en cuanto a su manejo colectivo y personal de los jugadores que eligió y en tercer orden, lo que falló, evidentemente, es el armado y funcionamiento en equipo. "Messi nunca juega mal, sino que lo hacen los que lo rodean", afirmó recientemente “Don Julio”, presidente de AFA desde hace 32 años. La sentencia provocó polémicas, comentarios y enfrentamientos, aunque al menos la primera mitad de la frase tiene un rasgo de veracidad indiscutible.

Messi, fue el mejor jugador ante Bolivia (1-1), el único que intentó algo frente a Colombia (0-0), el que encendió a Argentina contra Costa Rica (3-0) y el mejor, otra vez, en los cuartos de final con Uruguay, aunque nos hayan superado por penales (4-5), después del empate (1-1) tras 120 minutos jugados (90 reglamentarios y 30 suplementarios).

No quiero entrar en comparaciones absurdas que no modifican nada ni llevan a ningún lugar y tampoco pecar de “maradoniano” al decir que Diego es único y no habrá otro igual, pero sí puedo hacer alusión al comentario que el ex goleador histórico de la selección argentina, Gabriel Batistuta, comentó en los últimos días: "Diego Maradona tenía otra personalidad, era avasallador y contagiaba; eso es lo que no le veo a Leo Messi". Y tiene razón. Pero eso no es un pecado. Por eso, no hay que compararlo con Maradona.

Messi descolla en Barcelona, salió campeón de todo con los catalanes y en la selección argentina, todavía no logró nada, después de dos mundiales jugados y dos Copa América sin resultados positivos. Lo mismo podemos decir de Carlitos Tévez, que ha ganado todo con los equipos que integró (Boca Juniors, Corinthians, West Ham United, Manchester United y Manchester City). Y siguen las firmas… Agüero (Independiente, Atlético de Madrid), Higuaín (River Plate, Real Madrid), Ángel Di María (Rosario Central, Benfica, Real Madrid), Ezequiel Lavezzi (Estudiantes de Buenos Aires, San Lorenzo, Nápoli), Diego Milito (Racing, Genoa, Inter), Javier Mascherano (River Plate, Corinthians, West Ham United, Liverpool, Barcelona), Esteban Cambiasso (Club Parque, Argentinos Juniors, Real Madrid, Independiente, River Plate, Inter), Javier Zanetti (Talleres de Remedios de Escalada, Banfield, Inter), Nicolás Burdisso (Boca Juniors, Inter, Roma) y todos los jugadores de alto nivel que tenemos tienen una gran jerarquía, pero también cuentan con un bienestar económico que quizás pueda influir en ciertos aspectos anímicos que nosotros, como hinchas, pretendemos o exigimos. No me cabe ninguna duda que todos estos jugadores “mueren” por jugar con la camiseta argentina, pero es muy factible que subconscientemente, no sientan la gran necesidad de triunfo, justamente, porque cada uno es triunfador individualmente en sus respectivos clubes. No propongo que se forme un seleccionado de jugadores que juegen en Argentina, tampoco estoy convencido de que solo haya que incluir a los que participan de ligas internacionales, creo que sería serio y criterioso, hacer un mix de unos y otros para encontrar el potencial que necesitamos, mancomunando calidad, ansias y ganas.

Dadas las circunstancias, sabemos que solamente con Messi, no alcanza. Es el mejor jugador de Argentina y el mejor del mundo, que muchas veces tiene que bajar a buscar la pelota a la mitad de la cancha porque no le llega cerca del área rival. Existe un dato llamativo de los analistas estadísticos y es que debido al bajo nivel técnico de juego de Argentina, en los 390 minutos de juego que Argentina participó en la Copa América, nadie, nunca, apoyó a Messi con un pase-gol. Esto demuestra, indudablemente, que con "Lio" solamente no alcanza. Con el esquema incierto, confuso y dubitativo que plantea Batista, tampoco alcanza. Y con el manejo “a dedo” de Grondona, tampoco alcanza. Es hora de cambiar, de mezclar, barajar y dar de nuevo, pero de una forma responsable, sin egoísmos ni negocios personales, pensando en que los millones de hinchas argentinos apasionados por este hermoso deporte que es el fútbol, nos merecemos, por lo menos, volver a ver a la selección nacional compitiendo, definiendo y obteniendo cosas importantes.