MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

domingo, 11 de octubre de 2009

TRISTEZA

La tristeza se relaciona directamente con la nostalgia, el recuerdo de algo que no se volverá a vivir, saber que nunca más podremos disfrutar la compañía de alguien, asumir que el pasado es eso, pasado e irreversiblemente no regresará jamás... Estoy triste hoy, domingo 11 de Octubre de 2009 porque ayer falleció Luis Aguilé, a los 73 años, de cáncer. Hacía un largo período que no lo veía ni hablaba con él; sabía de su enfermedad desde hace unos meses y en cuatro oportunidades amagué con llamarlo a Madrid, España para escucharlo y decirle que mi afecto por él se mantenía como siempre. Pero no lo hice. El hecho puntual de no comunicarnos desde bastante tiempo, me hacía difícil encontrar la forma de evitar que se diera cuenta del llamado de despedida. Quizás, era más simple levantar el teléfono, discar 0034660139036, decirle lo que sentía y cortar. Pero no lo hice. No sé si estoy arrepentido de no haberlo hecho, a lo mejor sí, pero en otro sentido, pienso que me hubiese dolido mucho escuchar su voz quebrada, sin aire, sumamente desmejorada como me habían dicho que se escuchaba en las últimas semanas.
Prefiero quedarme con el recuerdo de su voz en “Cuando salí de Cuba”, “Ven a mi casa esta navidad”, “Miguel e Isabel” y “A pesar de mi experiencia”, canciones suyas que son la demostración más firme de que él no era solo autor de canciones livianas y divertidas como “El Tío Calambres”, “El Frescales” y “Soy laburante”, por ejemplo, sino que además de su capacidad profesional como compositor y artista tenía un sentido popular que lo hacía generador de temas como “Con amor o sin amor”, "La vida pasa felizmente" y “Amor de flacos”, que después de 30 años, se sigue coreando entre las hinchadas de fútbol con ese estribillo inolvidable que dice: “Flaco no te vayas, flaco vení, quedate un poquitito, no seas así”.
A nivel artístico, es uno de los cantantes pioneros en aquello de las vestimentas llamativas; en sus comienzos, a mediados de los años ´50, se caracterizaba por sus camperas juveniles y pantalones a la moda. En estos últimos años, las nuevas generaciones lo asumían como símbolo pintoresco por sus variadas y coloridas corbatas, su acento tan personal y su postura simpática ante algunos que lo tomaban “a la chacota”, cosa de la que él era partícipe con el gran buen humor que lo caracterizaba y ensamblando esta característica en la última película que protagonizó junto a Diego Capusotto, “Soy tu aventura”. Más allá de esta imagen bizarra que se mostraba de él tanto en Argentina como en España, ha sido un hombre muy culto e inteligente, además de un gran showman, de los que ya quedan pocos. Ha escrito varios libros interesantes y fue finalista de los Premios Planeta dos veces, en 1984 y 1989. En una obra muy poco conocida a nivel masivo, de la que soy testigo de años de trabajo suyo, musicalizó el poema narrativo gauchesco Martín Fierro de José Hernández y escribió diversas obras de teatro, comedias y musicales.
Mi relación de afecto con Luis, data desde que yo era muy chiquito, ya que su amistad con mi padre, hizo que lo conociera a muy temprana edad; con los años y cuando decidí dedicarme a la música, él estuvo cerca en mis comienzos y hasta me escribió una canción para el primer disco que grabé. Más adelante, actuamos juntos varias veces, una temporada conjunta en Mar del Plata, una gira por Latinoamérica, un valsecito peruano de su autoría que grabamos a dúo e infinidad de momentos compartidos fuera de los escenarios que acrecentaron nuestro común afecto. Yo lo quería mucho y sé que él también a mí y a toda la familia; su entrañable cariño por mi viejo, que también lo sentía muy cercano, su bondad de siempre hacia mi madre (la de él y su mujer Ana) y la sensible expresión cariñosa que expresaba cuando se refería a mis hermanos.
Podría seguir volcando sensaciones propias, anécdotas y frases del querido Luis, pero me parece mucho más elocuente, reproducir gráficamente algunos mensajes que encontré en los comentarios que dejaron algunos lectores en distintos portales de diarios argentinos y españoles para reflejar lo que Aguilé dejó en aquellos que lo conocieron personal y artísticamente:
- Es una lata el trabajar, todos los días tener que madrugar..." Entrañable el hombre. Miembro de los Amigos de La Gran Vía de Madrid y autor de una canción universal que ya consta con letras de oro en la historia de la música popular: "Cuando salí de Cuba". En fin, a todos nos llega el momento. Que Luis sea feliz donde esté. Se lo deseo de corazón.
- Descansa en paz, "tío simpático y enrollao".Era muchísimo más inteligente y más artista genial de lo que nos quiso vender el sistema otrora.
- No solo fue cantante, también fue escritor y dos veces finalista del premio planeta Descanse en paz, querido Luis.
- Me trae recuerdos muy tiernos de mi infancia. D.E.P.
- Luis, tú fuiste un referente de distensión, alegría y risa para muchos españoles que por aquellos años éramos jóvenes o empezábamos a hacer nuestros pinitos en el estado adulto. Tenías la gracia a raudales. Siempre la tendrás. Y a pesar de lo que algunos miserables -los menos- decían por allí y querían ridiculizarte, siempre te recordaremos con cariño. Descansa en paz Luis.
- Gracias por tus canciones y por tu carácter; te recordaré y te seguiré admirando cada vez que oiga, “Dile”, “Fanny”, “Miguel e Isabel” y tantas. Gracias y allá donde estés, tararea tus canciones.
- Se nos ha ido un cachito del corazón a todos los que éramos chicos cuando escuchábamos sus canciones infantiles.
- Para mí, por encima de las parodias más o menos afortunadas que siempre se hicieron de él, un auténtico fenómeno. En mi discoteca sentimental tienen un lugar de honor dos de sus canciones: "Camina, camina", un auténtico antídoto contra depresiones; y un tiernísimo pseudovillancico, "Ven a mi casa esta Navidad". Esta Navidad y siempre te recordaremos, Luis.
- Guardaré siempre un magnífico recuerdo de Luis Aguilé. Mis condolencias a sus allegados y que descanse en paz. Descanse en paz un gran artista, cuyo único propósito siempre fue el de entretener.